Un Juez Adjunto de la Suprema Corte estaba
sentado a la orilla de un río, cuando un Viajero se aproximó y le dijo:
-Deseo cruzar. ¿Será
legítimo usar este bote?
-Lo será -fue la
respuesta; es mi bote.
El Viajero le dio las
gracias, y empujando el bote al agua se embarcó y comenzó a remar, alejándose.
Pero el bote se hundió y él se ahogó.
-¡Hombre cruel! -exclamó
un Espectador Indignado. ¿Por qué no le dijo que su bote estaba agujereado?
-La cuestión del estado
del bote -dijo el gran jurista- no me fue planteada.
1.007.5 Briece (Ambrose)
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