Flip, un búho muy simpático, era uno de los vigilantes
del parque de la ciudad. Como era miope, no quería hacer guardias nocturnas.
-¡Si, sí, miope! Lo que quieres es que por la noche
trabajemos nosotros mientras tú duermes -decía la lechuza, vigilante nocturna
del parque. Entonces, Flip aceptó hacer todas las guardias nocturnas que le
tocasen sin rechistar en absoluto.
Una noche muy calurosa que Flip hacía guardia, un
grupo de gatos entró y arrancó todas las flores sin que él se enterara. A la
mañana siguiente, la sorpresa de Flip fue enorme, pues él no se había enterado
de nada. Sus amigos viendo que la miopía de Flip era verdadera, decidieron
comprarle unas gafas.
Desde aquel día nadie volvió a intentar sorprender la
buena voluntad de Flip, pues con sus gafas veía todo y estaba siempre alerta. Su
parque volvió a llenarse de flores y llegó a ser uno de los más bonitos de la
ciudad.
«A los discapacitados hay que ayudarles.»
0.999.5 anonimo fabula,
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