Dos moscas decidieron inventarse un juego.
-Desde ahora diremos siempre la verdad a todo el que
pase -dijo una.
-¡Me parece una gran idea! Será un juego útil -dijo la
otra muy contenta.
No tardó en aparecer una abejita que quería hacerse
amiga de ellas. Nada más verla, ambas moscas le dijeron:
-Mira, abejita, nosotras queremos decir siempre la
verdad. Eres demasiado fea y tonta para ser nuestra amiga.
La abejita, muy apenada, se alejó. Contó a las demás
abejas lo sucedido y todas vinieron en tropel en busca de las dos moscas, pues
también querían jugar a decirles la verdad. Ya ante ambas, la abejita ofendida
se adelantó y dijo:
-Nosotras también queremos jugar a decir la verdad.
Pensamos que por dentro sois muy simpáticas y humanas. Esperamos que sepáis ver
también nuestro interior.
Ante esta frase las dos moscas comprendieron que una
abeja no es sólo su aspecto exterior sino su espíritu y su carácter. Desde
entonces todas fueron muy amigas.
«Si un amigo es feo no lo desprecies, pues todos tenemos buenas
cualidades.»
0.999.5 anonimo fabula,
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