Un día, se organizó un concurso en el bosque. El que
mejor cantase de todos se llevaría un premio. Antes de comenzar, todos sabían
quién iba a ser el vencedor.
-Ruiseñor ganará el premio. Canta maravillosamente
-aseguró una oveja que también iba a concursar.
-Cierto. ¡Es tan melodioso su trino y tan dulce su
acento! -exclamó una perrita.
Un ciervo se acercó al ruiseñor y le pidió:
-Por favor, ven a mi casa, mi hijo está muy enfermo.
Si te oye cantar quizá se cure y pueda reir de nuevo.
Ruiseñor, sin dudarlo un instante, renunció al triunfo
y fue a casa del ciervo. Cuentan que el cervatillo al oír el canto del ruiseñor
quedó curado al instante.
¡Cuánto poder tiene la música!
«Olvídate de los triunfos y ayuda al que lo necesite.»
0.999.5 anonimo fabula,
No hay comentarios:
Publicar un comentario