Los vecinos del pueblo han decidido construir una
casita para que en ella jueguen ¡os cachorros. Don Cordero, que siempre quiere
hacerlo todo, manda lo que hay que poner y hacer, sin consultar a nadie:
-La casa ha de ser así, el tejado tiene que ser de
esta forma, los muros de esta otra...
Las obras no marchan a gusto de todos y la comisión
dice a don Cordero:
-Agradecemos mucho el interés que pone y las molestias
que se toma, pero a partir de ahora, don Cerdo llevará la dirección y usted
sólo se ocupará del tejado.
Don Cordero se aleja refunfuñando y se encierra en
casa cuatro días, pues no entiende qué ocurre. Allí piensa y comprende que no
es bueno querer acapararlo todo.
«Quien piensa que lo sabe todo es que no sabe nada.»
0.999.5 anonimo fabula,
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