Translate

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Los tordos y la lechuza

-¡Somos libres! ¡Somos libres! -gritaron un día los tordos, viendo que el hombre había capturado una lechuza.
-Ahora la lechuza ya no nos atemorizará. Ahora dormiremos tranquilos.
La lechuza, efectivamente, había caído en una trampa y el hombre la había encerrado en una jaula.
-Vamos a ver a la lechuza en su cárcel -decían los tordos, volando y cantando en torno a la jaula de su enemiga.
Pero el hombre había capturado a la lechuza con otro fin: hacerse con los tordos. Así la lechuza pronto se alió con su vencedor, el cual, después de atarla por una pata, la colocaba diariamente sobre un palo. Los tordos, para ver a, se amontonaban en los árboles vecinos, donde el hombre había escondido sus cañas untadas de liga. Y los tordos, además de perder la libertad como la lechuza, perdieron la vida.

Esta fábula está dedicada a todos aquellos que se alegran cuando alguien que es más que ellos y está sobre ellos pierde la libertad. Porque el vencido, cuando es importante, se vuelve pronto aliado e instrumento del vencedor, mientras que todos los otros que antes dependían de él, caen en poder de un nuevo dueño, y junto con la libertad, pierden muchas veces hasta la vida.

(de Fábulas, Atl.117 r. b.)

1.082.5 Da vinci (Leonardo) - 012

No hay comentarios:

Publicar un comentario