En un jardín, junto a otras
plantas, crecía un hermoso cedro.
A cada estación aumentaba su
estatura y su cima se dirigía hacia el cielo, por encima de todos los demás
árboles.
-Cortadme pronto aquel nogal -dijo
el cedro, ensoberbecido con su propia belleza. Y el nogal fue cortado.
-Llevaos aquella higuera -dijo otra
vez el cedro. Me aburre. Y la higuera cayó.
-Llevaos de aquí estos manzanos
-ordenó el cedro, levantando en alto su cima maravillosa. Y también los
manzanos fueron quitados de enmedio.
De esta forma, uno detrás de otro,
el cedro hizo eliminar a los demás árboles, hasta quedarse solo y dueño del
jardín.
Pero un día hubo una gran tormenta
de viento. El cedro hermosísimo resistió con todas sus fuerzas, agarrándose a
la tierra con sus largas raíces, pero el viento, al no encontrar otra planta en
su camino, lo hizo inclinar y lo destrozó. Y finalmente, desarraigándolo, lo
derribó.
(de Fábulas, Atl.67 v.b.)
1.082.5 Da vinci (Leonardo) - 012
No hay comentarios:
Publicar un comentario