Translate

lunes, 4 de noviembre de 2013

El triunfo

Pasó el tiempo y Rayo seguía durmiendo. Pasito a pasito, sin apresurarse, doña Tortuga caminaba sonriente y segura de sus fuerzas.
Cuando pasó junto al campo de zanahorias, volvió la cabeza y allí estaba Rayo durmiendo bajo un árbol a pierna suelta. Al cabo de un rato, un griterío despertó a Rayo. Era la multitud que contemplaba absorta cómo doña Tortuga estaba a punto de entrar vencedora. La liebre, pálida, se lanzó a la carrera tratando de alcanzar a doña Tortuga, pero fue imposible. A doña Tortuga le faltaban sólo unos pasos para llegar. Rayo llegó cuando doña Tortuga ya había cruzado la línea de meta. ¡Le había ganado!

«La constancia es la virtud más valiosa. Sin ella es difícil aspirar a nada.»

0.999.5 anonimo fabula 

No hay comentarios:

Publicar un comentario