«Calla
tú, pajarillo vocinglero,
(dijo
el cisne al jilguero).
¿A
cantar me provocas, cuando sabes
que
de mi voz la dulce melodía
nunca
ha tenido igual entre las aves?»
El
jilguero sus trinos repetía,
y
el cisne continuaba: «¡Qué insolencia!
¡Miren
cómo me insulta el musiquillo!
Si
con soltar mi canto no le humillo,
dé
muchas gracias a mi gran prudencia.»
«¡Ojalá
que cantaras!
(Le
respondió por fin el pajarillo):
¡Cuánto
no admirarías
con
las cadencias raras
que
ninguno asegura haberte oído,
aunque
logran más fama que las mías!...»
Quiso
el cisne cantar, y dio un graznido.
¡Gran
cosa! Ganar crédito sin ciencia,
y
perderle en llegando a la experiencia.
Nada
sirve la fama, si no corresponden las obras.
Iriarte (Tomas de) - 043
No hay comentarios:
Publicar un comentario