Cierto
día la abeja vio a una mosca encima de su colmena
-¿Qué
haces tú aquí? -le dijo ella con tono furioso. Verdaderamente eres atrevido,
vil animalejo, mezclándote con las reinas del aire.
-Tienes
mucha razón -contestó con frialdad la mosca; es hacer un problema aproximarse a
una nación tan fogosa como la tuya.
-Nadie
es más sabio que nosotras -dijo la abeja, únicamente nosotras tenemos leyes y
una república civilizada; solamente libamos en el cáliz de las flores olorosas
y no hacemos más que deliciosa miel comparable al néctar. ¡Lejos de mi
presencia,bvillana mosca importuna, que no haces más que zumbar y buscarte la
vida entre la basura!
-Vivimos
como podemos -contestó la mosca: la pobreza no es un vicio; pero sí lo es, y
muy grande, la
cólera. Vosotras hacéis la miel que es dulce, pero vuestro
corazón es siempre amargo: vosotras sois sabias con vuestras leyes, pero
iracundas en vuestra conducta. Vuestra cólera, que os hace picar a vuestros
enemigos, os causa la muerte, y vuestra loca crueldad os hace así peor daño a
vosotras mismas, que a nadie. Es preferible tener unas cualidades menos
admirables y un poco más de moderación.
1.092.5 Fenelon (Salignac de la Mothe-Fenelon, François de) - 041
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