Un cabrito se rezagó en el rebaño y
fue alcanzado por un lobo que lo perseguía. Se volvió hacia éste y le dijo:
-Ya sé, señor lobo, que estoy
condenado a ser tu almuerzo. Pero para no morir sin honor, toca la flauta y yo
bailaré por última vez.
Y así lo hicieron, pero los perros,
que no estaban lejos, oyeron el ruido y salieron a perseguir al lobo. Viendo la
mala pasada, se dijo el lobo:
-Con sobrada razón me ha sucedido
esto, porque siendo yo cazador, no debí meterme a flautista.
Cuando vayas a efectuar una nueva actividad, antes ten en
cuenta tus capacidades y las circunstancias, para valorar si puedes salir
adelante
1.023.5 Esopo
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