Un boyero que apacentaba un hato de
bueyes perdió un ternero. Lo buscó, recorriendo los alrededores sin
encontrarlo. Entonces prometió a Zeus sacrificarle un cabrito si descubría
quien se lo había robado.
Entró de inmediato al bosque y vio
a un león comiéndose al ternero.
Levantó aterrado las manos al cielo
gritando:
-¡Oh grandioso Zeus, antes te
prometí inmolarte un cabrito si encontraba al ladrón; pero ahora te prometo
sacrificar un toro si consigo no caer en las garras del ladrón!
Cuando busques una solución, ten presente que al
encontrarla, ésta a su vez puede convertirse en el siguiente problema.
1.023.5 Esopo
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