Un mosquito se acercó a un león y
le dijo:
-No te temo, y además, no eres más
fuerte que yo.
Si crees lo contrario,
demuéstramelo.
¿Que arañas con tus garras y
muerdes con tus dientes?
¡Eso también lo hace una mujer
defendiéndose de un ladrón!
Yo soy más fuerte que tú, y si
quieres, ahora mismo te desafío a combate.
Y haciendo sonar su zumbido, cayó
el mosquito sobre el león, picándole repetidamente alrededor de la nariz, donde
no tiene pelo.
El león empezó a arañarse con sus
propias garras, hasta que renunció al combate. El mosquito victorioso hizo
sonar de nuevo su zumbido; y sin darse cuenta, de tanta alegría, fue a
enredarse en una tela de araña.
Al tiempo que era devorado por la
araña, se lamentaba que él, que luchaba contra los más poderosos venciéndolos,
fuese a perecer a manos de un insignificante animal, la araña.
No importa que tan grandes sean los éxitos en tu vida,
cuida siempre que la dicha por haber obtenido uno de ellos, no lo arruine todo.
1.023.5 Esopo
No hay comentarios:
Publicar un comentario