Un caballo viejo fue vendido para
darle vueltas a la piedra de un molino. Al verse atado a la piedra, exclamó
sollozando:
-¡Después de las vueltas de las
carreras, he aquí a que vueltas me he reducido!
No presumas de la fortaleza de la juventud. Para
muchos, la vejez es un trabajo muy penoso.
1.023.5 Esopo
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