El león, la zorra y el siempre
ingenuo asno se asociaron para ir de caza.
Cuando ya tuvieron bastante, dijo
el león al asno que repartiera entre los tres el botín. Hizo el asno tres
partes iguales y le pidió al león que escogiera la suya. Indignado
por haber hecho las tres partes iguales, saltó sobre él y lo devoró.
Entonces pidió a la zorra que fuera
ella quien repartiera.
La zorra hizo un montón de casi
todo, dejando en el otro grupo sólo unas piltrafas. Llamó al león para que
escogiera de nuevo.
Al ver aquello, le preguntó el león
que quien le había enseñado a repartir tan bien.
-¡Pues el asno, señor, el asno!
Siempre es bueno no despreciar el error ajeno y más bien
aprender de él.
1.023.5 Esopo
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