Entró un león en la cuadra de un
labrador, y éste, queriendo cogerlo, cerró la puerta. El león, al ver
que no podía salir, empezó a devorar primero a los carneros, y luego a los
bueyes.
Entonces el labrador, temiendo por su propia
vida, abrió la puerta.
Se fue el león, y la esposa del
labrador, al oírlo quejarse le dijo:
-Tienes lo que buscaste, pues ¿por
qué has tratado de encerrar a una fiera que más bien debías de mantener
alejada?
Si te metes a competir con
los más poderosos, prepárate antes muy bien. De lo contrario saldrás malherido
de la contienda.
1.023.5 Esopo
No hay comentarios:
Publicar un comentario