Un cuervo que se encontraba muy
enfermo dijo a su madre:
-Madre, ruega a los dioses por mí y
ya no llores más.
La madre contestó:
-¿Y cuál de todos, hijo mío, tendrá
piedad de ti?
¿Quedará alguno a quien aún no le
hayas robado la carne?
No te llenes innecesariamente de enemigos, pues en
momentos de necesidad no encontrarás un solo amigo.
1.023.5 Esopo
No hay comentarios:
Publicar un comentario