Habiéndose enterado por
obra de un ángel, que Noreddin Becar era el hombre más feliz del mundo, el
Sultán ordenó que lo trajeran a palacio, y le dijo:
-Impárteme, te lo ordeno,
el secreto de tu felicidad.
-Oh, padre del sol y de
la luna -respondió Noreddin Becar, yo no sabía que era feliz.
-Ese -dijo el Sultán, es
el secreto que yo buscaba.
Noreddin Becar se retiró
profundamente afligido, temiendo que su recién descubierta felicidad lo
abandonara.
1.007.5 Briece (Ambrose)
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