Un Principio Moral se
encontró una vez con un Interés Material, en tren de cruzar un puente sobre el
que sólo había paso para uno.
-¡Arrójate, ruin -tronó
el Principio Moral, y déjame pasar encima de ti!
El Interés Material
simplemente miró al otro en los ojos, sin decir palabra.
-¡Ah! -dijo el Principio
Moral, vacilante. Echemos suertes, para ver quién de nosotros se aparta hasta
que el otro haya cruzado.
El Interés Material
mantuvo su inquebrantable silencio y su imperturbable mirada.
-Con el fin de evitar un
conflicto -volvió a hablar el Principio Moral, ya un poco incómodo, yo mismo
me voy a echar, y te permitiré pasar por encima.
Entonces el Interés
Material recuperó el habla.
-No creo que seas un buen
paseo -dijo. Soy un poco exigente acerca de lo que piso. Supongamos que te
arrojas al agua.
Y así se hizo.
1.007.5 Briece (Ambrose)
No hay comentarios:
Publicar un comentario