San Pedro estaba sentado
a la puerta del Paraíso, cuando se aproximó un Alma y, haciendo una cortés
reverencia, le extendió su tarjeta.
-Lo siento mucho, señor
-dijo San Pedro, después de leer la tarjeta, pero realmente no puedo
admitirlo. Usted tiene que ir al Otro Lado. Lo siento, señor, lo siento mucho.
-No importa -dijo el Alma;
he pasado todo el mes en un balneario, y el cambio será agradable. Sólo venía
a preguntar si mi amigo Elihu Root está aquí.
-No, señor -replicó el
Santo; el Sr. Root no está muerto.
-Oh, eso lo sé -dijo el
Alma. Pensé que podría estar visitando a Dios.
1.007.5 Briece (Ambrose)
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