Un Viejo Inicuo,
sintiéndose enfermo, envió por un médico, que le recetó unas medicinas y se
fue. Entonces el Viejo Inicuo envió en busca de Otro Médico, al que no le dijo
nada del anterior; este nuevo médico le prescribió un tratamiento completamente
diferente. Esto continuó durante unas semanas: los médicos lo visitaban en
días alternados y lo trataban por dos desórdenes distintos, con dosis de
medicina en constante aumento y cuidados cada vez más rigurosos. Pero un día
se encontraron accidentalmente junto a su lecho mientras él dormía, y al salir
a luz la verdad, una violenta disputa se produjo.
-Mis buenos amigos -dijo
el paciente, despierto por el ruido de la discusión, y adivinando su causa,
les ruego que sean más razonables. Si yo pude soportarlos a los dos a la vez
durante semanas, ¿no pueden soportarse entre ustedes un ratito? Hace diez
días que me siento bien, pero me he quedado en cama con la esperanza de obtener
mediante el reposo las fuerzas que me harían falta para tomar sus medicinas.
Hasta ahora no las he tocado.
1.007.5 Briece (Ambrose)
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