Unas Palomas expuestas a
los ataques de un Milano solicitaron a un Halcón que las defendiera. El Halcón
consintió. Admitido entre ellas, esperó al Milano, se abalanzó sobre él y lo
devoró. Cuando estuvo tan saciado que casi no podía moverse, las agradecidas
Palomas le arrancaron los ojos.
1.007.5 Briece (Ambrose)
No hay comentarios:
Publicar un comentario