Dijo un día una liebre a una zorra:
-¿Podrías decirme si realmente es
cierto que tienes muchas ganancias, y por qué te llaman la
"ganadora"?
-Si quieres saberlo -contestó la
zorra, te invito a cenar conmigo.
Aceptó la liebre y la siguió; pero
al llegar a casa de doña zorra vio que no había más cena que la misma liebre.
Entonces dijo la liebre:
-¡Al fin comprendo para mi
desgracia de donde viene tu nombre: no es de tus trabajos, sino de tus engaños!
Nunca le pidas lecciones a los tramposos, pues tú mismo
serás el tema de la lección.
1.023.5 Esopo - 000
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