Discutían un día la zorra y el
cocodrilo sobre la nobleza de sus antepasados.
Por largo rato habló el cocodrilo
acerca de la alcurnia de sus ancestros, y terminó por decir que sus padres
habían llegado a ser los guardianes del gimnasio.
-No es necesario que me lo digas
-replicó la zorra; las cualidades de tu piel demuestran muy bien que desde
hace muchos años te dedicas a los ejercicios de gimnasia.
Recuerda siempre que lo que bien se ve, no se puede
ocultar con la mentira.
1.023.5 Esopo - 000
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