Una corneja que por esas cosas del
destino era más grande que sus compañeras, despreciando y burlándose de sus
congéneres, se fue a vivir entre los cuervos pidiéndoles que aceptaran
compartir su vida.
Pero los cuervos, a quienes su
figura y voz les eran desconocidas, sin pensarlo mucho la golpearon y la
arrojaron de su grupo.
Y la corneja, expulsada por los
cuervos, volvió de nuevo donde las demás cornejas. Pero éstas, heridas por el
ultraje que les había hecho, se negaron a recibirla otra vez.
Así, quedó esta corneja excluida de
la sociedad de unos y de otros.
Cuando pienses cambiar de sociedad, domicilio o amistades,
no lo hagas nunca despreciando a la anterior, no sea que más tarde tengas que
regresar allá.
1.023.5 Esopo - 000
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