Una esclava fea y mala gozaba del
amor de su amo.
Con el dinero que éste le daba, la
esclava se embellecía con brillantes adornos, rivalizando con su propia señora.
Para agradecer a Afrodita que la
hiciera bella, le hacía frecuentes sacrificios; pero la diosa se le apareció en
sueños y dijo a la esclava:
-No me agradezcas el hacerte bella,
si lo hago es porque estoy furiosa contra ese hombre a quien pareces hermosa.
No te ciegues por lo crees tu tesoro, no vaya a ser que
sólo sea una carencia en tus vecinos.
1.023.5 Esopo - 000
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