Entró un día una zorra en la casa
de un actor, y después de revisar sus utensilios, encontró entre muchas otras
cosas una máscara artísticamente trabajada.
La tomó entre sus patas, la observó
y se dijo:
-¡Hermosa cabeza! Pero qué lástima
que no tiene sesos.
No te llenes de apariencias vacías.
Llénate mejor siempre de buen juicio.
1.023.5 Esopo - 000
No hay comentarios:
Publicar un comentario