El Rey de Remotia tenía
un Filósofo favorito, a quien dijo:
-Tú has sido para mí un
esclavo tan fiel que deseo premiarte. Pide cualquier cosa que quieras tener.
-Dame -dijo el Filósofo-
un cabello de la cabeza de un hombre que no te haya lisonjeado nunca.
El Rey le prometió
hacerlo y lo despidió. Al día siguiente, lo mandó llamar frente al trono y le
extendió un cabello.
-Estás intentando
engañarme -dijo el Filósofo, examinando cuidadosamente el regalo. Este pelo es
de la cabeza de un adulador que te aseguró que sería un honor para él
ofrecerte también su cabeza.
-No eres tan astuto como
crees -replicó el Rey. Ese cabello es de la cabeza del único sordomudo del
reino.
1.007.5 Briece (Ambrose)
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