Un Hombre Ingenioso
construyó una máquina voladora e invitó a una gran concurrencia a verla
funcionar. A la hora señalada, con todo dispuesto, él se introdujo en el
vehículo y puso el motor en marcha. La máquina inmediata-mente hizo pedazos la
imponente estructura sobre la que estaba armada, y se hundió en la Tierra hasta perderse de
vista, mientras el aeronauta saltaba afuera, justo a tiempo de salvarse.
-Bien -dijo el Hombre
Ingenioso. He hecho lo suficiente para demostrar la corrección de los
detalles. Los defectos -añadió, echando una mirada al estropeado armatoste-
son meramente básicos y fundamentales.
Ante esta aseveración, el
publicó respondió con suscripciones para construir una segunda máquina.
1.007.5 Briece (Ambrose)
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