Un día, una Zarigüeya que
se había dormido colgada de la cola, en la rama más alta de un árbol, despertó
y vio una enorme Víbora enroscada cerca de la rama, entre ella y el tronco del
árbol.
-Si me quedo -se dijo, me
engullirá; si me dejo caer me romperé el cuello.
Pero súbitamente se le
ocurrió una estratagema.
-Mi perfecto amigo -dijo,
mi instinto paternal reconoce en usted una noble evidencia e ilustración de la
teoría del desarrollo. Usted es la Zarigüeya del Futuro, el Sobreviviente Mejor
Adaptado, último de nuestra especie, el fruto maduro de la prensilidad
progresiva: ¡pura cola!
Pero la Víbora , orgullosa de su
antigua superioridad en la historia de las Escrituras, fue estrictamente
ortodoxa y no aceptó el punto de vista científico.
1.007.5 Briece (Ambrose)
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