Un Abogado fue contratado
para defender a un Ladrón, a quien la policía había logrado detener tras
violenta pelea con otro que había huido. En la reunión con su cliente, el
Abogado preguntó:
-¿Tiene cómplices?
-Sí, señor -respondió el
Ladrón. Tengo dos, pero ninguno fue capturado. Contraté a uno para que me
defendiera de la policía, y a usted lo contraté para que me defienda de una
condena.
Esta respuesta impresionó
profundamente al Abogado, quien tras verificar que el Ladrón no había
acumulado ningún dinero mediante el ejercicio de su profesión, abandonó el
caso.
1.007.5 Briece (Ambrose)
No hay comentarios:
Publicar un comentario