-«Calla,
maldita rana»-
un
perro desde un hato prorumpía:
y
ella car
car
y más car
car
seguía,
como
quien dice: -«no me dá la gana.»
(Esta
rana, en invierno y en verano
cantaba,
por decreto sobrehumano,
aunque
jure algún sabio, echando un terno,
que
nunca ha visto ranas en invierno.)
-«¿Conque
te sales -dijo aquél -del río
para
venir á incomodarme al hato?
Por
Dios, que si no hiciera tanto frío,
anoche
salgo, te sorprendo y mato.»
-«Car
car car, car car car»
-siguió la rana
burlándose
del perro con orgullo.
«¿Y
es posible que creas-
le
contestó la vana,
-que
en moviendo tú un pié no me zambullo?
¡Car
car car! ¡car car car!»
-« Maldita seas!»
clamó
el perro siguiéndola enojado.
La
rana, de contado,
¡cataplúnl
se echó al río;
mas
como helado estaba por el frío,
sin
concederla plazos,
sobre
el hielo el mastín la hizo pedazos.
No
insultes al más fuerte,
aunque
libre, al lcuir, tengas el paso;
que
si lo encuentras obstruido acaso,
como
la rana sufrirás la muerte.
Seccion
moral: Fabula
XII. Si eres debil, se prudente
1.095.5 Campoamor (Ramon de) .047
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