A
un manzano podaba un hortelano,
y
un muchacho con íntimas querellas,
-«¿por
qué
-decía á gritos-inhumano
del
tronco á quitar vas ramas tan bellas?»
-«Córtalas,
podador
-dijo el manzano,-
que
se me quiere encaramar por ellas.»
El
tal rapaz, que procuraba arguyo
el
bien ajeno, en beneficio suyo.
Seccion
moral: Fabula
VII. La piedad bien entendida
1.095.5 Campoamor (Ramon de) .047
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