-«¡Mezquina
es tu existencia,-
á
un humilde rosal dijo una encina,
-pues
arrastras al par de mi opulencia
tu
existencia mezquina!»
De
una santa en las fiestas placenteras,
bajaron
á coger unos pastores
ramaje
de la encina para hogueras,
y
del rosal, para la imagen, flores.
Ornó
el rosal la imagen peregrina,
y
entonces me presumo
que
mirando en la hoguera arder la encina,
exclamó
al darle el humo:
No
afrentes al humilde con tu fausto;
que
el día de la prueba, en acto innoble,
con
ignominia doble
tal
vez sirvas de incienso á su holocausto.
Seccion
moral: Fabula
V. Virtud y orgullo
1.095.5 Campoamor (Ramon de) .047
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