Desplumaba
á una tórtola un milano,
y
un gato que gruñendo lo veía
el
hocico lamiéndose, aunque en vano,
-«¡Ah,
verdugo!»
-furioso le decía.
-«Y
tú ¿qué eres?» -el ave le contesta.
Calló
el gato, ocultando su deseo;
y
echándole las garras por respuesta,
-«¿qué
he de ser, contestó, siendo tú el reo?»-
Dotado
siempre está de ansia inhumana
cuanto
arrojar al mundo á Dios le plugo:
verdugos
de hoy, reos serán mañana,
pues
el reo de ayer es hoy verdugo.
Seccion
politica: Fabula
III. Oficios mutuos
1.095.5 Campoamor (Ramon de) .047
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