El oso Carazas era fuerte y alto. De vez en cuando
aterrorizaba a todo el mundo. El Comité se reunió para solucionar este grave
problema. Ante él se presentó Borosco, el gorila invencible.
-Yo puedo vencer a Carazas si me ayudáis -dijo a los
atemorizados animales.
Estos aceptaron el trato y comenzó el ataque contra
Carazas. Varias ardillas se encargaron de llamar la atención del oso, que había
salido en busca de comida y diversión. Carazas corrió tras ellas dispuesto a
comérselas, sin darse cuenta de que Borosco observaba muy atento. En el momento
justo, Borosco cayó sobre él desde lo alto de un árbol.
El terrible oso quedó tullido después del golpe. Ahora
anda con muletas y, tras mucho reflexionar, se ha dado cuenta de todos los
errores cometidos y con el tiempo se ha vuelto muy amable.
«Con tu fuerza podrás asustar, pero no sabes cómo acabarás.»
0.999.5 anonimo fabula,
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