Don Loro había viajado por medio mundo acompañando al
maharajá de Jaipur, donde era muy apreciado porque contaba unos cuentos muy
divertidos que hacían reir a toda la corte.
Sin embargo, aunque muy feliz, llegó un día en que
aburrido de vivir siempre en palacios, decidió fugarse en busca de nuevas
aventuras. Tras mil penalidades, llegó a la selva malaya. Don Loro pensó que
tenía que ganarse la vida de alguna forma y, como era muy buen orador, decidió
contar sus numerosas aventuras a los habitantes de la selva. Al cabo de unos
años fue nombrado Poeta y Cantor del Reino de la Jungla. Desde entonces ha
sembrado de sueños v esperanzas los corazones de sus amigos y vecinos.
«Es bueno escuchar y ser capaz de soñar con las aventuras que los demás
pueden contar.»
0.999.5 anonimo fabula,
No hay comentarios:
Publicar un comentario