Un orgulloso león fue atacado por un mosquito. En vano
trataba el león de defenderse. El mosquito caía una y otra vez sobre él
clavándole su aguijon. El león se revolcaba y saltaba tratando de matar al
mosquito, pero sus esfuerzos eran inútiles.
Lleno de picaduras e hinchado, el león se tumbó en el
suelo derrotado y molesto. El mosquito se alejó henchido de alegría y muy
ufano, pero al poco tiempo cayó en la terrible red de una araña. Esta, al ver
su presa, comentó con desprecio:
-¡Bah! Creí que había capturado un animal más
importante. ¡Qué decepción!, y se lo comió.
«Aunque puedas atacar, otros te pueden ganar.»
0.999.5 anonimo fabula,
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