Al miserable estado
De una cercana
muerte reducido
Estaba ya postrado
Un viejo León, del
tiempo consumido,
Tanto más infeliz y
lastimoso,
Cuanto había vivido
más dichoso.
Los que cuando
valiente
Humildes le rendían
vasallaje,
Al verlo decadente,
Acuden a tratarle
con ultraje;
Que como la
experiencia nos enseña,
De árbol caído
todos hacen leña.
Cebados a portea,
Lo sitiaban
sangrientos y feroces.
El lobo le mordía,
Tirábale el caballo
fuertes coces,
Luego le daba el
toro una cornada,
Después el jabalí
su dentellada.
Sufrió
constantemente
Estos insultos,
pero reparando
Que hasta el asno
insolente
Iba a ultrajarle,
falleció clamando:
«Esto es doble
morir; no hay sufrimiento,
Porque muero
injuriado de un jumento.»
Si en su mudable
vida
Al hombre la
fortuna ha derribado
Con mísera caída
Desde donde lo
había ella encumbrado
¿Qué ventura en el
mundo se promete
Si
aun de los viles llega a ser juguete?
1.045.5 Samaniego (Felix Maria)
No hay comentarios:
Publicar un comentario