Su majestad leonesa
en compañía
De un Borrico se
sale a montería.
En la parte al
intento acomodada,
Formando el mismo
León una enramada,
Mandó al Asno que
en ella se ocultase
Y que de tiempo en
tiempo rebuznase,
Como trompa de caza
en el ojeo.
Logró el Rey su
deseo,
Pues apenas se vio
bien apostado,
Cuando al son del
rebuzno destemplado,
Que los montes y
valles repetían,
A su selvoso
albergue se volvían
Precipitadamente
Las fieras enemigas
juntamente,
Y en su cobarde
huida,
En las garras del
León pierden la vida.
Cuando el Asno se
halló con los despojos
De devoradas fieras
a sus ojos,
Dijo: «Pardiez, si
llego más temprano,
A ningún muerto
dejo hueso sano.»
A tal fanfarronada
Y es que jamás
convino
Hacer del andaluz al vizcaíno.
1.045.5 Samaniego (Felix Maria)
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