Desde el
gran Zapirón, el blanco y rubio,
Que después
de las aguas del diluvio
Fue padre
universal de todo gato,
Ha sido
Miauragato
Quien más
sangrientamente
Persiguió a
la infeliz ratona gente.
Lo cierto
es que, obligada
De su
persecución la desdichada,
En
Ratópolis tuvo su congreso.
Propuso el
elocuente Roequeso
Echarle un
cascabel, y de esa suerte
Al ruido
escaparían de la muerte.
El proyecto
aprobaron uno a uno,
¿Quién lo
ha de ejecutar? eso ninguno.
«Yo soy
corto de vista. Yo muy viejo.
Yo gotoso»,
decían. El concejo
Se acabó
como muchos en el mundo.
Proponen un
proyecto sin segundo:
Lo
aprueban: hacen otro. ¡Qué portento!
Pero ¿la ejecución? Ahí está el cuento.
1.045.5 Samaniego (Felix Maria),
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