Nadie recuerda un verano tan caluroso como el de aquel
año, hace tiempo: ¡cuarenta y cinco grados a la sombra!
-Tengo noticias -dice el alcalde a los vecinos- de que
los animales más pequeños se encierran en las neveras y se niegan a salir.
Además, la piscina municipal se llena de tal manera que no se ve el agua. Hay
que tomar medidas severas -termina con un gesto serio.
-¿Qué sugiere usted, señor alcalde? -pregunta don Vencejo.
-¡Muy sencillo! Colocar un enorme toldo que cubra todo
el pueblo y dé sombra -propone don Camello.
-No es mala idea, aunque... ¿quién va a trabajar con
semejante calor? -pregunta una pantera.
«Es fácil dar ideas pero difícil realizarlas.»
0.999.5 anonimo fabula,
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