A
un congreso de varios animales
Con
toda seriedad el Mono expuso
Que,
a imitación del uso
Establecido
entre hombres racionales,
Era
vergüenza no tener historia,
Que,
al referir su origen y sus hechos,
Instruirlos
pudiese y darles gloria.
Quedando
satisfechos
De
la propuesta idea,
El
Mono se encargó de la tarea,
Y
el rey León en pleno consistorio
Mandó
se le asistiese puntualmente
Con
una asignación correspondiente,
Además
de los gastos de escritorio.
Pide
al ganso una pluma
El
nuevo autor; emprende su faena,
Y
desde luego en escribir se estrena
Una
histórica suma,
Que
sólo contenía los anales
Suyos
y de los monos compañeros;
Mas
pasando después años enteros,
Nada
habló de los otros animales,
Que
esperaron en vano
Volver
a ver más letra de su mano.
El
Elefante, como sabio, un día
Por
tan grave omisión cargos le hacía,
Y
respondióle el Mono: «No te espantes;
Pues
aún en esto a muchos hombres copio.
Obras
prometo al público importantes,
Y
al fin no escribo más que de mí propio.»
Muchos
autores celebran solamente sus propias obras y las de sus amigos o
condiscípulos
Iriarte (Tomas de) - 043
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